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Ir al colegio ya no es solo para valientes
Tras dejar su casa en un enclave remoto de las montañas, una familia se dirige hacia su nuevo hogar en la moderna comunidad de Anshun, provincia de Guizhou.

Ir al colegio ya no es solo para valientes

Hace 20 años, algunos niños se jugaban la vida para acudir a clase en Fugong, un condado sin apenas infraestructuras. Hoy la situación ha cambiado gracias a la lucha sostenida de China contra la pobreza
LI LEI Y LI YINGQING - 18 Nov 2024 16:02

En 2007, la imagen de una niña cruzando el caudaloso río Nujiang en tirolina dio la vuelta a China. Se llamaba Yu Yanqia, tenía 8 años y cada día repetía la misma rutina para ir a la escuela. En el condado de Fugong, provincia de Yunnan, no había ningún puente que le permitiera cruzar a la otra orilla caminando, así que la única manera que tenía para llegar al colegio y sortear las aguas bravas era recurrir a un precario sistema de sirgas y poleas.

Desde entonces, las cosas han mejorado mucho para Yu. Su historia impulsó la construcción de un puente sobre el Nujiang que tardó menos de un año en terminarse. Cuando estuvo listo, ella fue la primera persona en cruzarlo. Hoy, aquella niña ha crecido y ejerce como médico en un hospital de la prefectura autónoma de la etnia lisu de Nujiang, donde se sitúa Fugong.

Todavía recuerda cómo se le aceleraba el corazón cada vez que sobrevolaba el agua. “Cuando era pequeña, pensaba que cruzar los ríos en tirolina era lo normal. Nunca había salido de mi aldea”, relata.

Su caso ilustra la mejoría de las infraestructuras en China y los avances que se han producido a la hora de reducir la pobreza, especialmente en las zonas más remotas. Hace 20 años, Fugong era uno de los lugares más humildes del país, con más de la mitad de la población bajo el umbral de la pobreza. Entonces, la provincia de Yunnan ostentaba el récord de condados en situación precaria, 88 en total. En la actualidad, sus aldeas tienen puentes y están comunicadas por carretera. No solo ha mejorado el transporte, el comercio y la movilidad de las personas. También el acceso a la educación, la sanidad, el mercado laboral y los bienes y servicios cotidianos.

Desde que, en 1949, se proclamó la República Popular China, luchar contra la pobreza ha sido una de las prioridades del Partido Comunista de China (PCCh). Tras su XVIII Congreso Nacional, que se celebró en 2012, el PCCh redobló sus esfuerzos para acabar con ella en las zonas rurales y se marcó el objetivo de erradicarla antes del centenario del Partido, en 2021. El 25 de febrero de ese año, el presidente Xi Jinping anunció que el país había vencido a la miseria y que 98,99 millones de personas de la China rural habían dejado atrás la pobreza.

Lejos de las ciudades

Una de las claves de esta misión ha sido mejorar las comunicaciones en el campo. En 2016, todas las tirolinas de la prefectura de Nujiang se habían sustituido ya por puentes modernos, que se han convertido además en atracciones turísticas.

Según cifras oficiales, desde 2012 se han construido o reconstruido en China más de 2,53 millones de kilómetros de carreteras en zonas rurales y se han asfaltado calzadas en 1.040 pueblos y 105.000 aldeas. En paralelo, las nuevas líneas públicas de autobús que se han creado conectan más de 50.000 localidades.