A mediados de julio, numerosas personas acudieron al ambulatorio del Hospital Provincial de Medicina Tradicional China de Jiangxi, en Nanchang, para recibir una sesión de sanfutie, famoso tratamiento de la tradición china que se sigue en verano para prevenir los males del invierno.
Según la medicina ancestral, la aplicación de pequeños apósitos y cataplasmas cuadrados de hierbas en estas fechas sobre determinadas zonas de la espalda y el cuello contribuye a cuidar la salud y prevenir enfermedades. El periodo sanfu coincide con los días más calurosos del verano y, según el calendario lunar chino, este año transcurrió entre el 15 de julio y el 14 de agosto.
“Al principio pensaba que solo las personas mayores recurrían a estos tratamientos, pero me doy cuenta de que tenía una idea preconcebida falsa”, cuenta Xu Maolin, de 31 años, una de las muchas pacientes que acudieron al centro. La medicina tradicional china cosecha cada vez más éxito entre las nuevas generaciones, como ilustra su caso.
Xu probó el sanfutie por primera vez en 2023 a sugerencia de un amigo y ahora vuelve a completar el ciclo de tres años que se aconseja para obtener mejores resultados. “Tengo rinitis alérgica desde que era pequeña, lo que me provoca goteo nasal en otoño y en invierno”, relata. “En cuanto probé el tratamiento, ha mejorado mucho y me siento bien”, cuenta.
El mal del oficinista
No solo el sanfutie refleja la creciente aceptación de la medicina tradicional china entre los pacientes de menor edad. También triunfan los masajes, como demuestra el aumento de la demanda en los departamentos especializados de los principales hospitales de Beijing y Shanghai. “Nunca pensé que me enamoraría de los masajes siendo tan joven”, publica un usuario en internet. “Me aseguro de recibir uno incluso en la pausa de la comida”, comparte otro. La acupuntura, por otro lado, también suma nuevos adeptos.
Según datos publicados por el canal de televisión CCTV Finance, en 2023 la salud ocupó el tercer puesto dentro de las preferencias de consumo de los jóvenes de entre 18 y 35 años. Un informe de 2022 sobre el gasto de la generación Z en nutrición aseguró también que este grupo de población tiene un comportamiento de consumo consciente y activo en temas de salud. Los consumidores urbanos gastan de media más de 1.000 yuanes (130 euros) al año en productos de salud y bienestar, y el 83,7% de ellos son personas de entre 18 y 35 años.
“Hoy en día, los jóvenes viven bajo mucha presión y tienen hábitos poco saludables. Quedarse despiertos hasta tarde y trabajar mucho tiempo sentados a menudo les provoca malestar físico”, cuenta Zhou Yunxian, veterano jefe de médicos en el Instituto de Acupuntura y Maxibustión de la Academia de Ciencias Médicas de China. “Los dolores cervicales y de espalda son habituales entre los oficinistas, algo para lo que la acupuntura y los masajes resultan muy eficaces”, afirma.
La presencia de la medicina tradicional china en programas de televisión también ha aumentado, lo que aporta pistas sobre su popularidad entre este grupo poblacional. Los jóvenes chinos parecen estar más concienciados con su salud.
En la aplicación Xiaohongshu, que gira en torno al estilo de vida y se dirige a usuarios de esta franja de edad, hay 9 millones de publicaciones con el hashtag “cuidar la salud” y más de 1,6 millones relacionadas con la medicina tradicional china.
Nuevos pacientes, antiguos métodos
Una encuesta realizada en noviembre de 2023 por el periódico China Youth Daily junto con una página web reveló que el 74,3% de los jóvenes entrevistados creían en la capacidad de la medicina tradicional para cuidar la salud. El 94% tenía cierto conocimiento sobre los conceptos de esta disciplina y el 93,3% había probado varios de sus métodos de diagnóstico o tratamiento.
En paralelo, las bebidas tradicionales, como el suanmeitang (zumo de ciruela agria) o el té de bayas de goji, ganan cada vez más popularidad entre la generación Z. Cheng Huiping, de 26 años y oficinista en Nanchang, asegura que ha sustituido el té con leche por otros más saludables.