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La gran fiesta del fútbol popular
Dos equipos rurales disputan un partido de la Superliga de las Aldeas en Rongjiang, provincia de Guizhou.

La gran fiesta del fútbol popular

La Superliga de las Aldeas es una competición rural de aficionados que celebra la diversidad étnica. Cada partido atrae hasta Rongjiang a decenas de miles de turistas
YANG JUN Y ZHANG XIAOMIN - 20 Jul 2023 11:54

Hasta el pasado mes de mayo, Rongjiang era un condado desconocido de la provincia de Guizhou. Fue entonces cuando se hizo famoso por albergar la Superliga de las Aldeas, llamada cunchao en chino, un campeonato de fútbol base.

Este condado, que pertenece a la prefectura autónoma de las etnias miao y dong de Qiandongnan, tiene una población de 385.000 habitantes. Desde el 13 de mayo, cuando arrancó este torneo rural, ha recibido a más de un millón de turistas.

“Se ha convertido en todo un fenómeno. Cada semana vienen al estadio más de 40.000 espectadores para asistir a los partidos del Súper sábado”, explica Lin Tao, subdirector de la oficina de turismo de Rongjiang. “A finales de junio, el campeonato ya sumaba más de 20.000 millones de visitas en internet”, cuenta.

Solo durante los tres días de vacaciones que hubo por el Festival del Bote del Dragón, el condado recibió a 350.000 visitantes y facturó 444 millones de yuanes (55 millones de euros) en turismo, quintuplicando los ingresos que obtuvo en el mismo período de 2022.

Un torneo organizado por el pueblo

Gracias a su atmósfera festiva y a un estilo de juego emocionante y sencillo, sazonado con algunos goles espectaculares, el torneo ha cosechado muchos seguidores.

Michael Owen, antigua estrella del fútbol inglés, expresó su apoyo a la competición a través de un mensaje de vídeo. Por su parte, el internacional chino Fan Zhiyi, que llegó a ser futbolista asiático del año y ahora está retirado, se puso al frente de un equipo del torneo y se mezcló con los jugadores locales. Los medios, tanto chinos como extranjeros, quedaron fascinados.  

La Superliga de las Aldeas, organizada por la federación de fútbol del condado, consta de una fase de grupos, a la que luego sigue otra de eliminación. Participan 20 equipos, formados por jugadores de toda índole. Entre ellos hay agricultores, comerciantes, propietarios de pequeños negocios, trabajadores de la construcción o conductores de excavadoras.

Miles de aficionados se desplazan hasta Rongjiang para asistir a los partidos, que cuentan con exhibiciones de cultura étnica en el intermedio. LUO JINGLAI / PARA CHINA DAILY

Los conjuntos, que se dividen en dos grupos, compiten los viernes, los sábados y los domingos. Está previsto que la final se celebre el 29 de julio.

Son los habitantes de las aldeas quienes organizan los equipos. También establecen los horarios de los partidos, las reglas de juego, el programa y los premios. Por su parte, el Gobierno local se encarga de proporcionar servicios en los recintos, como electricidad, comunicaciones, seguridad y saneamiento.  

Lo que diferencia a la Superliga de las Aldeas de otros eventos deportivos es su vibrante despliegue de culturas y tradiciones étnicas. Cuando los jugadores de ambos equipos caminan por el campo antes del partido, van acompañados de su correspondiente grupo de animadores. Aparecen ataviados con trajes étnicos tradicionales y llevan especialidades típicas de sus distintas localidades, como arroz glutinoso o pescado curado.

El intermedio se anima con canciones populares, espectáculos de danza o exhibiciones de trajes étnicos típicos. A veces, los espectadores se unen a los bailarines en el terreno de juego, en medio de una atmósfera festiva que celebra la unidad. 

Crisol de etnias y culturas

En Rongjiang viven 15 grupos étnicos, que suponen cerca del 83% de su población. Desde 2021, el Gobierno local ha promovido cinco eventos para sacar provecho económico de la rica y diversa cultura de la zona y crear una marca condal. Sin embargo, ninguno de ellos había cuajado del todo hasta la llegada de cunchao, relata Xu Bo, jefe del condado. “La experiencia nos ha demostrado que deporte y patrimonio cultural inmaterial han de saber combinarse con inteligencia”, afirma. “Este torneo es la fórmula que buscábamos para marcar la diferencia de nuestro condado”.

Rongjiang cuenta con 14 campos de fútbol reglamentarios que pueden usarse de forma gratuita, 35 equipos registrados, miles de jugadores y una rica historia futbolística. Lleva celebrando partidos en el ámbito rural desde la década de 1990. Cuando no había instalaciones, los aficionados se apañaban en descampados, colocando estacas de madera para marcar la portería y utilizando cal en polvo para delimitar el terreno de juego.

Puede que los futbolistas de la zona no sean tan hábiles como los profesionales, pero su dedicación y entusiasmo conquista a la afición. La multitud vibra con sus buenos pases y sus certeros tiros a puerta, que los hay. En mayo, un decorador de la aldea de Liubaitang, de nombre Wu Chuguo, anotó un gol espectacular desde 40 metros de distancia que hizo enloquecer al estadio.

La Superliga de las Aldeas se ha convertido en un imán para visitantes de toda China. El turismo, la hostelería, el sector cultural y creativo e incluso el mercado de los productos agrícolas de la zona han experimentado un gran desarrollo económico.  

El 3 de junio se celebró un partido que atrajo a cerca de 50.000 espectadores. Algunos de ellos hicieron viajes de más de 1.000 kilómetros para poder acudir a la cita en persona. “¡Esto es un carnaval del fútbol y está profundamente enraizado en la tierra!”, exclamó el famoso comentarista de televisión Han Qiaosheng durante la retransmisión del evento.

Enclavado en una zona remota de perfil montañoso, Rongjiang estuvo en el pasado bastante incomunicado por falta de carreteras. Hoy, sin embargo, goza de buenas infraestructuras que permiten acceder a él fácilmente. El que fue uno de los últimos condados de China en dejar atrás pobreza es hoy un símbolo de la revitalización rural.