“Mientras me quede aliento, continuaré dando clase con todas mis fuerzas y entregaré todo lo que tengo”. Zhang Guimei, fundadora y directora del primer centro de educación secundaria femenino y gratuito de China, se expresó así el pasado 29 de junio tras recibir la Medalla 1 de Julio de manos de Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China. Se trata del máximo honor otorgado por el organismo.
Pese a padecer más de una docena de enfermedades, entre ellas un efisema y tumores benignos en el cráneo, esta mujer de 64 años nunca ha cejado en su empeño: ayudar a las hijas de las familias desfavorecidas de la provincia de Yunnan a acceder a una educación superior.
Defensora de sus alumnas
En 2008 fundó el Instituto de Educación Secundaria para Chicas de Huaping en la región del mismo nombre. Se trata de una de las zonas más humildes del país, hasta diciembre del año pasado catalogada como de pobreza extrema.
Desde que se inauguró el internado, alrededor de 2.000 jóvenes de familias pobres de las montañas de Yunnan han conseguido matricularse en la universidad después de superar el examen nacional de ingreso. La prueba permite a los estudiantes de entornos menos privilegiados competir con sus homólogos urbanos y acceder a las mejores facultades del país.
Zhang, nacida en la provincia de Heilongjiang, se mudó a Yunnan en 1975. Un año después de la muerte de su marido, en 1996, se ofreció como profesora voluntaria en una escuela secundaria de Huaping para alejarse de viejos recuerdos.
Con el tiempo, se dio cuenta de que el atraso de la región se debía sobre todo a la falta de educación, especialmente entre las chicas, así que en 2002 decidió fundar un instituto de secundaria femenino y gratuito. Muchos lo consideraron una locura, pero con la ayuda del Partido, el Gobierno local y donaciones particulares, logró hacer realidad su sueño después de seis años.