CERRAR

Este website está editado por el diario China Daily de la República Popular China, que asume toda la responsabilidad sobre sus contenidos

Los aperitivos se integran en la dieta
Un bebé de un año disfruta de una galleta, algo a lo que muy pocos tenían acceso hace cuarenta años.

Los aperitivos se integran en la dieta

Tras la reforma y apertura de 1978 en China, el aumento de la riqueza desembocó en un cambio de alimentación. Los tentempiés dulces y salados que se toman entre horas dejaron de ser un lujo para la gente corriente
CHENG YU - 14 Dic 2018 10:04

Gao Cuiling, de 54 años, cuida de que su nieta de un año no engulla una chocolatina. “¿Comer un aperitivo entre horas? No teníamos ese hábito en mi infancia”, afirma. Los tentempiés salados, bollos y dulces industriales que había en los sesenta constituía un lujo, estaban fuera del alcance de la gente corriente. En 1959, el precio ABC Mickey Mouse Sweets, que luego se convirtió en el famoso White Rabbit Creamy Candy, era tan alto que fue considerado un producto exclusivo. Uno de estos dulces representaba un porcentaje muy alto del salario de un trabajador medio.

Durante la década de 1960, la producción de cereales en China había aumentado con respecto a épocas anteriores, pero comparado con los estándares de vida del siglo XXI era más bien escasa. A cada ciudadano le correspondían 280 kilos de cereales al año. Suficiente para alimentarse, pero una cantidad escasa para pensar en que hubiera una industria boyante de aperitivos salados o chocolatinas, bienes prescindibles.

Las cosas mejoraron a finales de los setenta. “Cuando era festivo nos daban alimentos extra. En la fiesta de los Faroles tomábamos empanadillas dulces de arroz y en el Festival del Bote del Dragón, pasteles de arroz”, cuenta Gao. “Probablemente sean los primeros caprichos en forma de comida que recuerde”, añade.

A partir de la reforma y apertura de 1978, la economía de China mejoró, lo que redundó en la variedad y cantidad de alimentos. La producción de comida alcanzó los 400 millones de toneladas en 1989, el doble del máximo logrado en los sesenta. 

La década de los ochenta marcó el inicio del consumo de aperitivos, chocolatinas y otros refrigerios. Coincide con el momento en el que los chinos adquieren el gusto por la buena vida. El aumento de la demanda generó grandes oportunidades de negocio en el país.

ABC Mickey Mouse Sweets, cuyo nombre ya había sido cambiado a White Rabbit Creamy Candy, aprovechó la oportunidad y se hizo con un lugar prominente en la industria. Lo que tiempo atrás había constituido un lujo para la mayor parte de la población, se convirtió en un capricho accesible.

Bebidas isotónicas

La marca más exitosa de este tipo de alimentación rápida es Jianlibao. En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, el equipo femenino de voleibol de China ganó la medalla de oro, lo que hizo que aumentara la práctica de deporte en el país y el orgullo nacional. Jianlibao capitalizó el éxito. Popularizó el concepto de bebida para deportistas. Llegó a tener una cuota de mercado del 70% en el sector de las bebidas gaseosas en el país.

Para algunos nacidos en los ochenta, Jianlibao era prácticamente el único refresco que bebían. Marcó una época. Incluso hoy, los snacks y bebidas edulcoradas tienen envoltorios, paquetes y sabores exactamente iguales a los de esa década. 

Gigantes estadounidenses de comida rápida como KFC y McDonald’s aterrizaron en China en esa época, junto con competidores como Subway y Pizza Hut.

La diferencia entre el almuerzo para los chinos y algunos países occidentales es grande. En China la comida es muy importante, tanto como el desayuno o la cena. Nada que ver con la manera de comer en Europa u otras regiones del mundo en las que se pide un sándwich para llevar y se come a la carrera en media hora. 

El resultado: los chinos veían el pollo frito del KFC y las hamburguesas del McDonald’s más bien como comida entre horas. Lo más vendido eran las patatas fritas.

El peso de los aperitivos

La obesidad es una consecuencia del consumo masivo de patatas fritas y otros aperitivos dulces y salados no muy saludables. Según el Instituto Danone internacional, que está especializado en nutrición, la tasa de obesidad entre los chinos de 7 a 18 años se multiplicó por ocho entre 1985 y 2000. Para el subgrupo de 17 a 18 años, aumentó en 21,5 veces.

Desde principios del XXI, el control forma parte del vocabulario de los adultos. Algunos padres han reducido la paga de sus hijos. Otros han impuesto una estricta disciplina en casa y han limitado la cantidad de bollería, chocolatinas, aperitivos salados y cualquier otro tentempié poco saludable que ingieren sus hijos.