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Los ‘millennials’ ya no quieren pollo frito
Una consumidora disfruta de comida ligera en un restaurante de Shenyang, provincia de Liaoning. El 70% de quienes consumen alimentos saludables en China son mujeres de entre 22 y 35 años.

Los ‘millennials’ ya no quieren pollo frito

Millones de chinos, muchos de ellos jóvenes, optan ahora por platos saludables. La fiebre por las ensaladas, los zumos o los cereales está generando una pujante industria alimentaria que tiende al verde
CHEN MEILING - 09 Mar 2019 18:25

A Zou Jing le gusta cuidar su peso y su salud. Trabaja como profesora universitaria en Wuhan, en la provincia de Hubei, tiene 44 años y cada semana invierte hasta 150 yuanes (20 euros) en comidas ligeras. Como ella, millones de consumidores chinos están adoptando estilos de vida saludables, especialmente los nacidos en los noventa. Gracias al aumento de la demanda, emerge un gran mercado alimentario que tiende al verde.

Triunfan los alimentos bajos en azúcar y grasas, pero ricos en proteínas y celulosa, como ensaladas, zumos y cereales. Al tiempo que aportan sensación de saciedad, son buenos para desarrollar los músculos, reducir la grasa y perder kilos de más.

Se espera que para 2022 el mercado de los alimentos saludables genere en China más de 13.100 millones de euros. La industria calcula que en 2024 aportará el 10% de los ingresos totales del sector del catering del país.

Ante este panorama, no resulta extraño que muchos inversores estén apostando por explorar nuevas vías dentro del sector, como restaurantes especializados y compañías de suministro de alimentos. En la Fiesta de Primavera, que se celebró durante una semana a principios de febrero este año, los pedidos online de comida ligera a domicilio aumentaron un 47% respecto al mismo periodo del año pasado, según el gigante de comercio electrónico Alibaba.

Consumidores como Zou impulsan este giro. “Después de optar durante un tiempo por este tipo de menús, ahora los prefiero. Siento que no necesito comer tanto para saciarme y además me gusta el sabor”, afirma mientras enseña una foto de su almuerzo. El combo consta de maíz, huevos, champiñones, tomates cherry, ternera y puré de patatas. “La única pega que le pongo a la ensalada es que no me sirve para entrar en calor en invierno”, dice.

Si es fresco y orgánico, mejor

Derek Deng, socio de la consultora Bain & Company, sabe que “el interés por la salud y el bienestar es tendencia en todo el mundo”. También en China. “La gente quiere estar guapa y en forma, especialmente los millennials. Y eso son buenas noticias para la industria de la comida ligera”.

Como señala, el gusto occidental por los alimentos frescos, orgánicos, refrigerados y sin aditivos está modificando los hábitos alimentarios chinos, tradicionalmente basados en productos fritos y muy condimentados.

La ola no solo ha calado en las grandes ciudades, sino que también se ha extendido en los últimos cinco años por localidades de segundo y tercer nivel, recuerda Deng. Restaurantes, cafeterías, minoristas online y otras startups están entrando en el negocio.

Kentucky Fried Chicken abrió en 2017 su primer
restaurante ecológico en Hangzhou, provincia de
Zhejiang, y otro en Beijijng el año pasado. Estos nuevos locales, que se llaman
Kpro, despachan ensaladas, zumos y sándwiches.

La cadena de café emergente Luckin Coffee se subió al carro de las comidas ligeras en agosto. Gaga Cafe, otra cadena especializada en este tipo de menús, recibió casi 24 millones de euros el año pasado cuando se abrió a sus primeros inversores.

Una tendencia importada de Occidente

Aunque nació en Europa, el concepto de comida ligera se popularizó en China en 2014, según recoge un informe de National Business Daily. Aproximadamente el 70% de sus adeptos son mujeres de entre 22 y 35 años, por quienes se baten cerca de 3.000 empresas de todo tipo, entre las que se encuentran restaurantes, tiendas, fabricantes o distribuidores. De ellas, el 10% ha recibido inversiones importantes en los últimos cinco años.

Pese a que la competencia sea feroz, Chen Yu, analista de la firma de investigación de mercado Analysys,  afirma que el sector de comidas ligeras está atrayendo a muchos empresarios. Por un lado, tiene un gran potencial comercial. Por otro, no se trata de un segmento en el que resulte especialmente difícil iniciarse.

“En el futuro podrían surgir dos o tres cadenas de alcance nacional”, vaticina Chen. "Lo importante es que los negocios mantengan la calidad del producto, optimicen su eficacia operativa y sean cautelosos a la hora de expandirse.

Según detecta Bain & Company, el alto nivel de homogeneización en el sector o el elevado precio de los alimentos importados son algunos de los desafíos a los que se enfrentan estos nuevos negocios. Para superarlos, aconseja que los minoristas ofrezcan productos y servicios diferenciados, se sirvan de líderes de opinión para promocionarse y se fijen en la trazabilidad de sus materias primas.