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Rendidos al café
El negocio de Lyu Manxuan, cofundadora de A&A Coffee, ha crecido al mismo tiempo que la cultura del café en China.

Rendidos al café

No solo consumen más, sino que se han vuelto más exigentes. El aumento de cafeterías especializadas en Shanghai revela el creciente triunfo de esta bebida entre los chinos
HE QI - 22 Jul 2020 8:10

Cuando A&A Coffee abrió sus puertas en Shanghai en 2017, apenas servía diez cafés al día. Hoy, esta cafetería especializada despacha unos 100 los días laborables y alrededor de 150 los fines de semana. Lyu Manxuan, cofundadora del establecimiento, atribuye el cambio a la emergente cultura del café que está surgiendo en China.

Según afirma, el hecho de que personas de entre 60 y 70 años acudan al local todas las mañanas indica que el consumo de esta bebida está ampliamente aceptado y que no solo los jóvenes alimentan esta tendencia.

“En la actualidad, la gente sabe mucho más”, señala Lyu, de 26 años. “Antes los clientes se limitaban a pedir cappuccinos y lattes, pero ahora son más selectivos y conocen las diferencias entre los tipos de grano”, explica. La empresa CIConsulting, que se dedica a la investigación de mercados, vaticinó que el consumo de café en China iba a crecer entre un 15 y un 20% anual entre 2017 y 2021. En un informe sobre el sector, predijo que cada persona pasaría de tomar una media de 6,2 tazas en 2018 a 10,8 en 2023. Además, auguró que el mercado se triplicaría hasta alcanzar los 180.600 millones de yuanes (22.560 millones de euros).

Urbanitas con ingresos

Shanghai es, sin duda, el epicentro de esta fiebre por el café. Lyu lo achaca al carácter cosmopolita de la urbe, a la creciente riqueza de sus habitantes y al aumento de conocimiento que tienen sobre este brebaje. Según la Asociación de Cadenas Empresariales de Shanghai, la ciudad cuenta en la actualidad con 8.000 cafeterías especializadas, 4.000 más que en 2015.

Aunque el negocio progresa muy rápido, vender café gourmet todavía no sale muy rentable debido al elevado precio de los alquileres en la urbe y a que existe mucha competencia, señala Lyu. “Los pequeños comercios no podemos invertir tanto en marketing y promoción como las grandes cadenas, por lo que nuestro alcance es limitado”, explica.

Pese a ganar poco, ama tanto el café que está decidida a seguir en la industria. “Hay muchos abogados, médicos y profesionales de alto nivel que abandonaron sus trabajos para regentar cafeterías y perseguir su sueño”, asegura.

Sitio para todos

Par Cafe, que forma parte de la cadena japonesa de tiendas de conveniencia FamilyMart, también se ha beneficiado del auge del café. Wang Yongyi, director de marketing de esta multinacional en la parte continental de China, asegura que las ventas se han duplicado cada año desde 2014. Solo en 2019, su división de cafeterías despachó cerca de 100 millones de tazas en ese territorio, cinco veces más que en 2017.

Por otro lado, el número de establecimientos FamilyMart que disponen de Par Cafe también ha crecido, y ha pasado de 2.000 en 2018 a 2.700 en 2019. “Además de ampliar esa parte, nuestro objetivo es lanzar nuestra propia marca de café”, anuncia Wang. “No solo queremos aumentar nuestra presencia en el mercado, sino contribuir a estimular la cultura cafetera entre los consumidores”, indica.

Pese a que ello significa tener más competencia, la joven emprendedora Lyu cree que hay margen para que las compañías se repartan los diferentes segmentos del mercado. Mientras que cadenas como Starbucks basan su propuesta en ofrecer un entorno agradable, las de Par Cafe se dirigen a trabajadores de cuello blanco que necesitan una dosis rápida de cafeína. Por otro lado, cafeterías especializadas o gourmet, como la suya, van a por los clientes más exigentes.

Un mercado con mucho potencial

El consumo medio de café en China es relativamente bajo en comparación con otros países, algo que puede beneficiar a los empresarios. “Si un chino bebe de media unas tres o cuatro tazas al año, un estadounidense toma alrededor de 400 y, un escandinavo, cerca de 1.000”, recuerda Lyu, para quien en realidad no existe tanta competencia en el país para un mercado tan potencialmente grande.

Un barista, trabajando en un establecimiento de A&A Coffee de Shanghai. CEDIDA A CHINA DAILY

Pese a que la pandemia ha afectado al sector del café recién hecho –Starbucks cerró temporalmente más de la mitad de sus establecimientos en China a finales de enero–, todavía se trata de un mercado en expansión, sobre todo en lo referente al café instantáneo y de filtro. El primero representa el 70% del mercado y, el segundo, del 15 al 20%, de acuerdo con el Instituto de Investigación de China de Actividad Industrial.

Para Wang, estas dos modalidades triunfan gracias a que los consumidores viven muy deprisa y tienen poco tiempo. Para este directivo, el café se está convirtiendo poco a poco en una necesidad, por lo que sus productos periféricos cobrarán cada vez más importancia en la industria. Además, asegura, permiten minimizar el contacto en caso de epidemia.