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Un siglo de esfuerzos para construir un país mejor

Un siglo de esfuerzos para construir un país mejor

Además de un gran desarrollo económico y tecnológico, China ha alcanzado numerosos logros sociales en los últimos cien años
JOSÉ LUIS CENTELLA GÓMEZ - 02 Ago 2021 10:00

Normalmente, cuando se analizan los cambios que se producen en China, todo se centra en la economía y la tecnología, olvidando los avances que se han producido en otras áreas de la vida.

En 1949, cuando se proclamó la fundación de la República Popular China, era un país atrasado, con cientos de millones de personas viviendo en la pobreza y el analfabetismo, en régimen feudal, sometido al colonialismo de las potencias occidentales y sin derechos para las mujeres.

En este aspecto, hoy, además del desarrollo económico y tecnológico de la China moderna, debemos reconocer la recuperación de la soberanía nacional, la eliminación del feudalismo, la plena incorporación de la mujer a la vida social y política, y los grandes avances que ha logrado en educación y sanidad.

Al mismo tiempo, también ha promovido la unidad nacional, unificando las numerosas etnias, dialectos y culturas del país en un proyecto común para todo el pueblo de China. El Partido Comunista de China (PCCh), presente en todos los rincones del Estado, es uno de los elementos fundamentales que contribuyen a mantener la unidad nacional.

La realidad que nadie puede negar es que hoy la revolución socialista en China, bajo la dirección del PCCh, ha generado enormes mejoras en la vida del pueblo chino.

En la primera etapa se conquistó la independencia, se liberó al pueblo del feudalismo, se acabó con la corrupción de los gobiernos burgueses y el poder quedó en manos del pueblo. En la etapa actual, bajo la dirección del Comité Central del PCCh y con el presidente Xi Jinping al frente, China ha completado la eliminación de la pobreza abyecta y ha asegurado una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos. La adopción del esquema del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) para el Desarrollo Económico y Social Nacional y los Objetivos a Largo Plazo para 2035 pretende lograr la modernización socialista del país y la prosperidad común para todo el pueblo chino.

Como afirmó el presidente Xi, la política de reforma y apertura que practica China está en consonancia con la exigencia de este momento histórico de tejer unas relaciones internacionales multipolares, y es una garantía para avanzar en la construcción de un mundo de paz y estabilidad para toda la humanidad.

Partiendo de estas ideas generales, me gustaría destacar algunas experiencias personales, ya que desde mi primer viaje a China, en el año 2000, he podido comprobar estos profundos cambios, tanto en el proceso de mejora de las condiciones de vida de la población, como en el ambiente de las calles. Así, en mis primeros viajes, pude percibirlo tanto en las reuniones con la dirección del Partido como en las visitas que realizamos a las fábricas y centros de producción, cuya principal preocupación era lograr el mayor desarrollo productivo para proveer de recursos al Estado.

En poco tiempo, las cosas cambiaron y empezamos a notar que las personas con las que hablábamos tenían una mayor sensación de seguridad y hablaban del éxito y el progreso de la política de reforma y apertura. En ese momento, pude ver el esfuerzo que supusieron los preparativos de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 y de la Exposición Universal de Shanghai en 2010, proyectos colectivos que contaron con la participación de todo el pueblo.

En ambos casos, me fue posible hablar y compartir las experiencias de grupos de voluntarios que se sentían tan protagonistas de estos eventos como los altos dirigentes del Estado. Todos ellos eran grupos de jóvenes entusiasmados, lo que me hizo comprender el gran orgullo que sienten las nuevas generaciones por poder mostrar al mundo los avances y logros de la Nueva China.

También se puede comprobar el especial interés del Gobierno y del mundo académico y cultural por incorporar las enseñanzas de la milenaria historia cultural y filosófica de China a la realidad actual. De esta manera, el PCCh está combinando la filosofía tradicional, que enriquece a la persona, con el análisis marxista de la política y la economía, para poder transformar la realidad que el PCCh encontró en 1949 cuando se proclamó la Nueva China.

De forma significativa, un elemento que puedo comprobar es el cambio que se ha producido en el mundo rural. En estos últimos 20 años, he sido testigo de la entrada de la tecnología en las zonas rurales, que no sólo ha mejorado las condiciones de vida de los aldeanos, sino que también ha aumentado su identificación con los logros de la Nueva China.

En resumen, tanto a nivel general, como en mi experiencia personal, puedo afirmar que en los últimos 100 años, el liderazgo del PCCh ha sido tremendamente beneficioso para el desarrollo del país, proporcionando una experiencia ejemplar de la que el mundo puede aprender.

José Luis Centella Gómez es presidente del Partido Comunista de España. Sus opiniones no reflejan necesariamente las de China Daily.