Wang Jiajun, de 30 años, a veces es un comerciante rico en Medio Oriente, otras, un general al mando de una legión de hombres. No son personajes en una obra de teatro, sino roles de juegos de mesa. Sus aventuras difieren cada día.“Lo más divertido es que te sumerges en nuevos mundos con diferentes valores y reglas en función del juego de mesa”, dice Wang. “Hay varios personajes para elegir. Cada juego es un mundo nuevo, y puedes ampliar tus horizontes a través de las costumbres y tradiciones locales”. Wang, que trabaja para una empresa estatal en Beijing, juega dos veces por semana. Como él, cada vez más chinos disfrutan de la gran variedad de juegos que proceden de Europa y EE UU.
Hace una década, Legends of the Three Kingdoms, un juego de cartas chino, se hizo popular entre los jóvenes. Las reglas del juego, basadas en la novela histórica Romance of the Three Kingdoms, son casi idénticas a las del juego de cartas italiano Bang creado en 2002.
En los dos mil surgieron bares especializados en juegos de mesa, pero resultó ser una moda y gradualmente han ido cerrando. En los últimos años la popularidad de los juegos de mesa ha repuntado gracias al juego de rol Werewolf, en el que los hombres lobo matan en secreto a un aldeano por la noche. Estos tienen que descubrir y eliminar a sus depredadores durante el día con la ayuda de un vidente. “La mayoría de chinos juega a Werewolf”, dice Wang. “No son conscientes de que hay muchos otros grandes juegos”.
Una visitante a la cuarta convención anual de juegos de mesa celebrada en Beijing. XU LIN/CHINA DAILY
Wang dice que ha gastado 30.000 yuanes (3.765€) en juegos de mesa. Posee un centenar. A veces, después de jugar durante un tiempo, se los vende a otros aficionados. No es raro que entre ellos intercambien juegos. “Hay mucha variedad. Es fácil encontrar uno que se adapte a los que te gusta”, dice Wang.
Algunos tienen reglas complicadas y disuaden a los no iniciados.“Se ha de empezar por juegos simples para luego, con la ayuda de un veterano, lanzarse a otros más complejos”. Los que tienen paciencia de leer las reglas con detenimiento tienen muchas probabilidades de convertirse en buenos jugadores.
Wang bromea diciendo que, debido al ritmo frenético de las grandes ciudades, los que sacan tiempo para quedar a cenar y echar una partida son “verdaderos amigos”. “Encontrar un buen jugador es importante. Incluso si se juega una y otra vez, no es garantía de ser un experto”. Hacer amigos gracias a un juego de mesa es como buscar un alma gemela.
En el móvil
Hay aplicaciones de juegos de mesa para el móvil, por lo que se puede jugar en cualquier momento. Pero perder el contacto físico y el hecho de tocar las piezas del juego lo cambia todo.
Wang Han, dueño de un bar de juegos de mesa en Pekín, afirma: “La gente necesita dejar un poco el móvil y socializar más. Es una forma de relajación, un alivio del ajetreo de la ciudad”. Los clientes del bar, que abrió hace dos años, tienen entre 25 y 35 años. El negocio no es particularmente rentable debido a lo caras que son las ediciones oficiales de los juegos, entre 40 y 100 euros. Los que tienen accesorios más elaborados son incluso más caros. Sin embargo, la repentina popularidad de Werewolf ha ayudado a aumentar la cantidad de personas que frecuentan bares de juegos de mesa.
Según una encuesta realizada el año pasado por el portal especializado dicehobby.com, entre los 669 participantes, la mitad dijo que había gastado entre 125 y 625 euros en juegos de mesa, y el 83% afirmó que había donado a un crowdfunding con vistas a financiar un nuevo juego.