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Weifang, capital mundial de las cometas
Reproducción de la estación espacial Tiangong con cometas, el pasado mes de abril en Weifang. 

Weifang, capital mundial de las cometas

Los artefactos voladores de la ciudad, que cuenta con 400 empresas especializadas, representan el 75% del mercado internacional del sector. Su festival anual atrae cada año a aficionados de todo el globo
ALEXIS HOOI Y ZHAO RUIXUE - 25 Jul 2022 8:00

El pasado mes de abril, la multitud miró con asombro al cielo de la ciudad de Weifang, en la provincia de Shandong. Mediante un complejo sistema de cometas, sobre las cabezas del gentío se reprodujo uno de los grandes hitos del programa espacial chino: el ensamblaje de la estación Tiangong. No faltó ni el acoplamiento del módulo ni el paseo de los astronautas. 

Más de 20 artesanos trabajaron durante dos meses en las piezas, mezclando técnicas tradicionales de elaboración de cometas con últimas tecnologías de modelado digital. El resultado causó sensación. “Cualquier cosa puede echar a volar en Weifang”, comentó entusiasmado un internauta. 

La ciudad es conocida como la capital mundial de las cometas, algo que la propia urbe celebra a través de guiños en sus espacios públicos. Su estación de tren tiene forma de mariposa en pleno vuelo y distintas esculturas aluden a este pasatiempo popular en sus calles. Además, una hilera de farolas custodia la avenida que conduce a la gran explanada donde cada año tiene lugar el festival internacional que consagra a este arte.

En la Fábrica de Cometas Weifang Kaixuan, los trabajadores elaboran desde aviones hasta reproducciones de cuadros o criaturas marinas, como ballenas o pulpos. “Exportamos más del 95% de lo que hacemos y vendemos a más de 40 países y regiones del mundo, como Dinamarca, Francia o Nueva Zelanda”, relata el presidente de la empresa, Wang Xiaoping. “Cuando mostramos nuestros productos en el extranjero, decimos que somos de Weifang. La ciudad es un referente mundial y los artículos tienen mucho éxito”, asegura. 

Según revelan los documentos históricos, las cometas de Weifang ya eran populares durante la dinastía Ming (1368-1644) y también fueron un reconocido arte durante la dinastía Qing (1644-1911). Además, muchos artistas se hicieron famosos gracias a sus exquisitas creaciones. 

Tras el inicio del proceso de reforma y apertura del país, a finales de la década de 1970, las cometas de la ciudad despegaron de forma definitiva. En 1984, algunas viajaron a Shanghai para participar en una exhibición. Allí deslumbraron a los responsables de una asociación internacional de cometas, que propusieron que la ciudad lanzara una plataforma internacional dedicada a este arte. Ese mismo año nació el Festival Internacional de Cometas de Weifang, donde sus artefactos voladores sorprendieron a aficionados de más de 11 países y regiones.  

Patrimonio cultural

Desde 1984, la industria de la ciudad en torno a las cometas ha ido creciendo. En la actualidad existen más de 400 empresas especializadas, que dan trabajo a más de 80.000 personas. Los más de 220 millones de cometas que se fabrican cada año facturan 2.000 millones de yuanes (279 millones de euros). 

“La producción local supone más del 75% del mercado internacional del sector y casi el 85% del nacional”, detalla Zhang Jianwei, director del departamento de servicios integrales de la Asociación Internacional de Cometas de Weifang. En la urbe hay al menos 29 compañías exportadoras, que cubren los cinco continentes. 

Las cometas de Weifang son patrimonio cultural inmaterial de China desde 2006. Por ello, además de generar riqueza, también se encargan de transmitir parte de la tradición del país al mundo. Las originales reproducen figuras chinas y se hacen con estructuras de bambú, sobre las que se coloca papel o seda pintados.