Navegar mejor por internet, disfrutar de una mayor seguridad o visitar museos online podrían ser algunas de las ventajas de formar parte de una comunidad con un futuro compartido en el ciberespacio. Así lo revelan 12 estudios de caso que analizan este conceptodesde distintos campos y que se presentaron el 8 de noviembre en un foro previo a la Conferencia Mundial de Internet, celebrada del 9 al 11 de este mes en Wuzhen, provincia de Zhejiang. La cita, que atrajo a 2.100 representantes de más de 120 países y regiones, tuvo este año por lema “Hacia un futuro digital compartido en un mundo conectado: construir una comunidad con un futuro compartido en el ciberespacio”.
Desde su lanzamiento en 2020, la mitad de los países y regiones del mundo se han beneficiado de los servicios del Sistema de Navegación por Satélite Beidou (BDS) de China. No solo ha servido para reforzar múltiples proyectos, sino también para ayudar a la población, en especial a la de los países en vías de desarrollo, afirma Ran Chengqi, director de la Oficina de Navegación por Satélite de China.
“En África, los drones navegados por BDS han conseguido aumentar la eficiencia en el cultivo de grandes arrozales en Mozambique. Por otro lado, este sistema de navegación también ha contribuido a construir un nuevo hospital en Burkina Faso en la mitad del tiempo previsto, lo que ha sido clave para controlar la covid-19”, señala. Además, se ha optimizado la coordinación entre BDS y otros sistemas de navegación internacionales, como el estadounidense GPS, el europeo Galileo y el ruso GLONASS.
Dado que la ciberseguridad supone un desafío y una condición previa para crear una comunidad internacional con un futuro compartido en el ciberespacio, las amenazas en este campo deben gestionarse de forma conjunta. Según señaló He Nengqiang, ingeniero jefe de la sede de Zhejiang del Equipo Técnico Nacional de Respuesta a Emergencias de Redes Informáticas de China, mientras presentaba el trabajo de su equipo sobre ciberseguridad mundial, esta misión es ahora más importante que nunca.
“Hemos trabajado en estrecha colaboración con 275 socios de 82 países y manejamos una media de 100.000 incidentes relacionados con ciberseguridad al año”, revela. Su equipo está dispuesto a estimular la confianza entre actores con fines estratégicos, a compartir información para atajar amenazas cibernéticas y a coordinarse con otros en la resolución de problemas con el fin de proteger la ciberseguridad internacional.
Su Bomin, director de la Academia de Dunhuang, provincia de Gansu, presentó un proyecto digital que permite que públicos de todo el mundo puedan ver los impresionantes murales que alberga su municipio. En 2016 se publicaron en internet imágenes panorámicas en alta definición de 30 grutas de Dunhuang y hasta la fecha han recibido más de 16,8 millones de visitas procedentes de 78 países. Según Su, “dentro del proyecto de crear una comunidad con un futuro compartido en el ciberespacio, el diálogo y el intercambio cultural también pueden mejorarse”.