Chen Meijun vende juguetes en el Mercado de Comercio Internacional de Yiwu, provincia de Zhejiang. Hace poco publicó un vídeo en una plataforma en el que aparecía presentando sus productos con soltura en cuatro idiomas.
Gracias al rápido avance de la inteligencia artificial, solo necesita grabar la pieza en chino y subirla a internet. El sonido se traduce automáticamente a 36 lenguas diferentes e incluso la forma de la boca puede ajustarse para que encaje con la pronunciación.
Según cuenta, las plataformas online destinadas a empresas tradicionales chinas que se dedican al comercio exterior se han transformado en los últimos años. La digitalización se ha vuelto imprescindible para que las pymes aumenten sus ventas. A
Chen es una de las muchas vendedoras que aprovechan la última tecnología para actualizar el modelo de negocio y ampliar su presencia en mercados emergentes. Pertenece a un colectivo cada vez más numeroso y sus productos ya se venden en más de cien países y regiones de todo el mundo, como Oriente Medio, Sudamérica y Rusia.
La realidad virtual, la realidad aumentada o la inteligencia artificial ganan terreno en las webs de comercio electrónico, aseguran los expertos. Las experiencias interactivas, demostraciones y descripciones detalladas de los productos que ofrecen estas tecnologías tienen potencial para cambiar la manera de comprar y ya están transformando el sector minorista.