En un banco de Shanghai, una elegante recepcionista da la bienvenida a los clientes. Si observa que están de buen humor, se vuelve comunicativa y les ofrece productos bancarios. Si fruncen el ceño, opta por la cautela y se limita a resolver sus dudas.
Se trata de la primera empleada digital del Banco de Ningbo en la ciudad. Desde una pantalla situada a la altura de una figura humana estándar, es capaz de responder a más de 550 preguntas comunes relacionadas con las actividades del banco y a más de 3.000 complementarias.
Gracias a un sistema de inteligencia artificial, puede aprender 50 consultas todos los días. Además, una cámara colocada en la propia pantalla le permite saber si los clientes sonríen o no, explica Luan Qing, gerente de la división de cultura y entretenimiento digitales de SenseTime, que ha desarrollado esta tecnología.
Más inteligencia artificial
Empresas de cada vez más sectores están contratando a trabajadores digitales diseñados con inteligencia artificial para mejorar su eficiencia y su comunicación con el cliente. Antes, estos humanos virtuales solo podían verse dentro de la industria del entretenimiento, caracterizada por su alto capital, por ejemplo en películas. Sin embargo, gracias a los rápidos avances tecnológicos, resulta cada vez más frecuente encontrárselos formando parte de la vida cotidiana, incluso en el ámbito laboral. Existen desde presentadores, bailarines o cantantes hasta agentes inmobiliarios.
Según la firma Qichacha, que se dedica a rastrear censos comerciales, en China hay más de 280.000 empresas con negocios vinculados a humanos virtuales. La tasa de crecimiento anual compuesta de las compañías registradas en los últimos cinco años alcanza casi el 60%.