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La pequeña isla de las contradicciones
Una isla solo para peatones armonizada por el sonido de piano. (CEDIDA A CHINA DAILY)

La pequeña isla de las contradicciones

El estilo arquitectónico de Gulangyu, en el Mar Meridional de China, se caracteriza por una singular mezcla entre art déco y modernismo.
SHAO XINYING - 15 Nov 2017 9:47

De la ciudad de Xiamen, en la provincia de Fujian, parte un ferry hacia la isla de Gulangyu. Bastan 15 minutos a bordo para poner pie en uno de los lugares más asombrosos del mundo. Cierto es que China es una tierra grandilocuente, tanto por su población, como por el número de coches y bicicletas que circulan por sus calles. Esta isla no solo presume de grandes méritos, sino que los enfrenta para crear una sorprendente contradicción.

El tamaño de Gulangyu (dos kilómetros cuadrados; la isla de Cabrera tiene 15) puede hacer pensar que en esta isla del sureste de China todo es diminuto y pintoresco. Pero con casi 16.000 residentes tiene una densidad de población mayor que Madrid. Si asombra la cantidad de gente que se concentra en tan minúsculo pedazo de tierra, más sorprendente resulta no encontrar ni coches ni bicis. Estos vehículos están prohibidos, excepto algunos eléctricos de la administración.

Junto al placentero silencio de las carreteras sin tráfico, una agradable música de piano recorre las calles de Gulangyu. “Cuando era niño, el sonido del piano podía escucharse desde cualquier parte de la isla”, dice Fang Site, una músico local de 34 años. En Gulangyu hay 600 pianos, el lugar donde más instrumentos de este tipo por persona hay en China.

La isla fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO el pasado 8 de julio en Polonia, tierra de los genios Chopin y Paderewski. La ceremonia tuvo lugar en Cracovia, conocida por su maravillosa arquitectura antigua. Gulangyu fue definida como “un ejemplo excepcional de fusión cultural”, que emerge del intercambio chino-extranjero desde que se convirtió en un asentamiento internacional en 1903.

Estos intercambios “se aprecian en su tejido urbano”. La UNESCO destaca la mezcla de estilos arquitectónicos: el tradicional del sur de Fujian, el clásico del renacimiento occidental y el colonial. El testimonio más excepcional de la fusión de estilos es un nuevo movimiento arquitectónico, el Amoy Deco, una síntesis del estilo modernista de primeros del siglo XX y el art déco.

Mientras que la UNESCO alienta a que el mundo celebre y proteja la herencia de la isla, las autoridades locales han hecho grandes esfuerzos para destacar la importancia del piano. En 2000 se abrió un museo que cuenta con 80 ejemplares antiguos. Desde 2002 se celebra, cada dos años, un festival de piano que incluye conciertos y concursos y que da al público la oportunidad de escuchar a grandes maestros.

Se cree que el primero de estos instrumentos lo llevaron los misioneros cristianos alrededor de1850. Xiamen se había convertido en un puerto comercial después de la Guerra del Opio, tras firmarse el Tratado de Nankín de 1842. Más tarde, Gulangyu pasó a ser una concesión pública y 13 países entre los que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón y Estados Unidos establecieron allí consulados, y levantaron iglesias y escuelas.

Una panorámica budista

La colina Longtou (cabeza de dragón), en la cima del islote, ofrece una perspectiva histórica del lugar y una estupenda vista panorámica. Arriba se erige el Templo de Riguangyan (roca de luz solar), uno de los cuatro templos budistas de Xiamen. Se construyó durante la dinastía Ming (1368-1644) y fue famoso por atraer a monjes expertos de todo el país.

La popularidad de Gulangyu aumentará al formar parte la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Las autoridades locales han diseñado un plan para asegurar su protección y limitarán las visitas.